Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas, todas y todos; ¿Es correcto?
Esta clase de desdoblamientos, advierte la RAE, son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados cabe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie sin distinción de sexos.
La mención explícita del femenino solo se justifica «cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto». Ejemplo: La lectura tiene los mismos beneficios en los niños y las niñas.
«La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina apunta la RAE—, va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos».
El uso genérico del masculino «se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino». Por esta razón es incorrecto usar el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada uno de ellos que formen parte del conjunto. Así pues, «los bailarines» es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aun cuando el número de bailarinas sea superior al de bailarines varones.
El género masculino abarca también al femenino: en la frase «los estudiantes marcharon» se refiere claramente a las y los estudiantes.
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